Ayer Domingo 9 de Agosto 2020 volvimos con Sari a trabajar en la chacra de Siteworks.
La visita comenzó un poco accidentada. Habíamos quedado con Sari en encontrarnos 10:30am y a pesar de que Joe no nos había respondido el mensaje avisando de la visita decidimos llegarnos de todas formas pensando en encontrarlo ahí. En el camino a Siteworks ya sentimos la sensación de que la ciudad estaba rara, quieta y lo mismo nos pasó en Siteworks. Estaban todos los edificios cerrados, no había ningún movimiento de personas, se sentía extraño. Pensando que ya llegaría alguien y en armar unos tés con las hierbas de la chacra buscábamos como entrar a la cocina; chequeando las entradas encontramos una llave y entramos, pero el entusiasmo acabo cuando la alarma empezó a querer sonar, así que corrimos cual niñas traviesas a llamar a Joe a ver cómo lo solucionabamos. Cortamos la llamada cuando lo vimos entrar por el portón alertado por la alarma que activamos. En la charla abarbijada nos hizo situarnos de golpe en la situación de ‘Lockdown stage 4’ en la que nos encontramos, la necesidad de usar máscaras incluso en ese espacio, el no estar más de una hora, el no poder acceder a los edificios por la posterior desinfección que él debería hacer, lo que significa para nosotros y Siteworks tener problemas con la policía y sobre todo que consideremos la posibilidad de no visitar la chacra por las próximas cinco semanas. Así que asi quedamos, digiriendo todo esto pero dispuestas a aprovechar la hora que teníamos.
Durante 60 min, seguimos sacando malezas, cortando las hojas y gajos secos de las plantas para ayudarlas a que nos desgasten su energía. Dado que no iba a ser fácil volver a Siteworks por algunas semanas pensamos en replantear lo de las huertas en la casa de cada una y compartir la experiencia desde nuestras propias chacras. Por lo pronto, sacamos cuidadosamente algunos gajos de manzanilla, timo y caléndula para cultivar en nuestras huertas.
Descubrimos mas formas, colores y texturas.
Cosechamos Warrigal, la espinaca nativa del sur para cocinar la Spanakopita. Mas abajo van a encontrar la receta hecha por Sari y sus niños.
Pensamos en el proyecto de sembrar papas, rechequeamos el plot, vimos que es necesario de desraizarlo, estudiar su tierra y prepararlo para la siembra. Pensamos si acaso podíamos proponer a Joe mover los plots que hoy por hoy no están muy aprovechados en la sombra y sembrarlos también. Sari por lo pronto ya tiene su papa orgánica en proceso para la siembra.
En la charla, compartimos sentires del hoy de la colectiva, cómo nos sentíamos en ella, las disidencias y como transitarlas desde el cuidado. Lo valioso de lo colectivo y del encuentro que extrañamos tanto en estos tiempos. Las posibles formas de rearticularnos para potenciarnos. Que significa y cómo se complementa la colectiva en nuestras vidas de migrantes.
Recordamos de que hace más de tres años que nos venimos juntando casi todos los miércoles! Lo poderoso de ese proceso que venimos transitando y lo importante de reconocernos en él.
Y así, cuando nos dimos cuenta se nos pasó la hora reglamentaria, nos lavamos las manos, guardamos los gajos para trasplantar, las hojas de Warrigal y nos fuimos a comprar el resto de los ingredientes para la Spanakopita.
Spanakopita de verdes de Warrigal improvisada
Esta es nuestra receta media inventada. Cuando buscan en la web hay muchas opciones así que pueden probar las variaciones. Lo importante es saber cómo usar los distintos vegetales y hierbas de hoja verde para maximizar su capacidad nutritiva, pero también evitar la toxicidad. Los verdes de Warrigal (nativos de Australia, Aotearoa (Nueva Zelanda), Chile y Argentina) son muy ricos en oxalatos así que es fundamental lavarlos y luego ponerlos a hervir por unos minutos.
La spanakopita es un plato tradicional griego y es sencillo. Para prepararla se pueden usar todos los verdes que se tengan a disposición. Se pueden mezclar hierbas como el eneldo, perejil con hojas de espinaca, ortiga, acelga, kale, etc. Y los quesos también varían puede ser queso blanco (feta) de cabra, oveja, vaca o también ricotta o mozzarella. O una mezcla.
La forma de la spanakopita también varía puede ser un pie, triángulos, espirales, etc. Acá los niños siempre improvisan formas distintas.
Ingredientes:
10 tazas de hojas frescas de verdes de Warrigal
200 grs. Queso blanco de oveja
1 huevo y más para poner en la superficie para que se dore.
2 dientes de ajo
Aceite de oliva
18 Hojas de masa filo a temperatura ambiente.
Sésamo para decorar
Método:
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Precalentar el horno a 180 grados.
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Deshojar los verdes de warrigal y lavar las hojas.
- Hervir las hojas por 4 minutos y luego enjuagarlas y apretarlas bien hasta sacar todo el líquido.
- Poner en la procesadora las hojas, queso, ajo y el huevo. Agregar un poquito de aceite, sal y pimienta.
- En una superficie amplia poner una hoja de papel de mantequilla y de a una ir poniendo las masitas y entre medio con una brocha de cocina poner aceite de oliva. Nosotros hacemos 5 capas y luego rellenamos.
- Luego rellenar en un lado y luego enrollar/doblar a la forma que se busca. Aquí a algunos les gusta como rollitos y a otros como espirales.
- Poner huevo con pincel sobre la masita al final para que se dore. Y espolvorear con sésamo para decorar.
- Poner en el horno durante 25 minutos o hasta que esté la masa dorada.
