Comunicado de Abya Yala para Nuestra América

Reconocemos que nos encontramos hoy en territorio aborigen Australiano, en Wurundjeri country de las naciones Kulin. Ofrecemos nuestros respetos a les custodies tradicionales de esta tierra, y sus guías espirituales, ancianos y líderes del pasado, del presente y quienes lo serán en el futuro. Reconocemos que la soberanía de esta tierra nunca ha sido cedida y como visitantes no invitadas nos comprometemos a cuidar y respetar la tierra, las aguas, el aire y las historias de este territorio hermoso y generoso.

Nos reunimos hoy en Narrm, Melbourne mujeres de distintas partes de nuestra Abya Yala para apoyar desde la distancia el levantamiento feminista en diversas partes de nuestra America. Queremos decirles que estamos acá con ustedes en la lucha, y que hay que seguir haciendo la tierra temblar. Animando con nuestra danza, nuestro canto y nuestro alzamiento la fuerza creadora y destructora de nuestra madre tierra, pachamama, mamanchi, fuerza de mil nombres, que no es ni santa, ni pura, ni inmaculada. Enviamos nuestra solidaridad y apoyo a las compañeras feministas en Argentina, en Ecuador, en Chile, en Mexico, en Honduras, en Guatemala, en Bolivia, en El Salvador, en Brazil, en Peru, y todo el territorio.

Nos inspira el legado de mujeres pensadoras como Julieta Kirkwood, Lorena Cabnal, Silvia Rivera Cusicanqui, Francesca Gargallo, Gladys Tzul Tzul, Yuderkis Espinoza, Maria Lugones, Cecilia Vicuña, Julieta Paredes, Gloria Anzaldua, Rita Segato, Pancha Rodriguez, Berta Caceres y tantas otras que desde el anonimato y la insurgencia han contribuido al re-imaginar de nuestra historia. Viviendo en esta era precaria de crisis ambiental, guerra permanente, y profundas desigualdades y segregación creemos que es vital que el movimiento de mujeres que entiende el territorio cuerpo en fluidez con el territorio tierra siga celebrando la lucha por la vida, por las aguas, por la tierra, por el aire, por los saberes y la reciprocidad de la sanación desde la superación de la enemistad histórica entre mujeres. Somos hermanas, esta tarea nos compete a todas. Ya está demostrado que el patriarcado no puede sostener la vida y una nueva forma de relacionarnos entre mundos humanos, no-humanos y más que humanos debe prosperar para desanudar con amor y convicción el capitalismo, neoliberalismo y régimen de codicia impuestos por el norte global.

Desde nuestras cuerpas conscientes y pensantes, la memoria de nuestras abuelas sanadoras, nos acuerpamos todas a parar. Parar este vertiginoso ritmo de autodestrucción que acarreamos desde occidente. Nos reconocemos también en nuestras abuelas indígenas que sabían vivir de otros modos y levantamos desde acá nuestro puño en alto que mande fuerza cósmica a nuestras aliadas en la lucha. Que sigamos desanudando el patriarcado y sus formas de conocer, desanudando cómo se entiende la política desde las mujeres. Ya es tiempo. Juntas debemos seguir soñando, creando y como decía Kirkwood, seguir tejiendo rebeldías.

Nos queremos vivas, alegres e insurgentes!

** Este texto lo escribimos el año 2018 para apoyar los movimientos feministas en Latinoamérica clamando por el aborto libre, seguro y gratuito, por la salud de las aguas y las tierras. La lucha continúa!